25 jul 2014

Problemas relativos

Problemas relativos




Es increíble que con la gran variedad de formas de pensar que hay en nuestro planeta, existan grupos o personas qué dicen poseer toda la verdad. Conocen todas las respuestas, todos los dilemas, todas las vivencias, y todo aquel que piense diferente a ellos están equivocados, sin oportunidad de libre pensamiento.

Un claro ejemplo de esto, es la forma de ver o afrontar un problema.

Los problemas son parte del dia a dia, es, junto con la felicidad, la tristeza y el amor, uno de los elementos principales de la vida. Problemas tenemos todos, y quien niegue tenerlos es un farsante o esconde sus más profundas penas a los ojos ajenos. 

Es aquí cuando se ve un ejemplo de lo diferentes que somos unos con otros. No todos tenemos los mismo problemas a pesar de que tengamos vidas similares. Si comparas a dos personas que hayan tenido la misma vida, las mismas experiencias, los mismos recuerdos pero diferentes formas de pensar, podras notar que sus problemas también difieren, así como sus maneras de afrontarlos.

¿Por qué sucede eso? Porqué los problemas son relativos.

Los problemas son grandes o pequeños según tú lo permitas, y depende de la importancia que les des. Los que es un gran problema para ti, puede ser algo insignificante para otra persona y viceversa. Eso es lo complicado, pues sin darnos cuentas le damos una gran importancia a un insignificante detalle que solo aumenta el peso en nuestras espaldas. Debemos aprender a darle a cada complicación su justo lugar en la escala de prioridades. Saber a que darle importancia y a que no. No es sencillo, pero tras reflexionarlo nos damos cuenta de como poco a poco se afloja la soga en nuestro cuello.

Los únicos problemas que nos deben derribar, son aquellos que no podemos resolver, eso que se nos escapan de las manos, pues es la injusticia de no poder controlar nuestras propias decisiones.

Mientras tengas la oportunidad de resolver tu conflicto, sonríe, pues la solución está en ti. Piensa con inteligencia a la vez que sigues tus instintos y verás como paso a paso, con la suavidad del viento, el camino del laberinto en donde estás se irá resolviendo ante tus ojos.

Tú determinas que es un problema y que no. Tú determinas su tamaño. Se justo contigo y permite que tu cuerpo descanse. No le cargues más peso del necesario.

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