8 ene 2014

En la oscuridad de mi mundo.

En mi humilde opinion, el universo de una persona está constituido por dos mundos: 


El primero es ese mundo exterior donde se halla todo lo que nos rodea. Ese mundo en el que vivimos el día a día luchando por sobrevivir. Es un mundo tan lleno de luz como de obscuridad, sumido en el caos de la sociedad y en el remolino que se alterna entre la rutina y lo desconocido. Tu trabajo, tu escuela, tu familia y amigos; todo eso construye éste mundo que puede ser grande o pequeño según lo queramos
El segundo, y en mi opinion el más importante, es el hogar. Lo considero el mundo interno. Ese espacio personal que te pertenece; no importa si aún lo estás pagando, no importa si lo compartes; sigue siendo tuyo. Tu espació. Tu mundo. Tu refugio. Tu desahogo. El caparazon que te protege y te separa del mundo exterior, otorgandote la preciada compañía de la soledad, de la mano del calor y la calidez de tu ser.

La primera regla de tu hogar, es que debe ser el lugar a donde siempre quieras regresar. Tal vez por eso, me encuentro en una encrucijada.



Por algún motivo que aún no logro comprender del todo, he dejado de sentir esa calidez que debería caracterizar todo hogar propio. Es como si mi mundo se hubiese desvanecido. Siento la impotencia de verlo, de tocarlo, de saber que ahí está con sus puertas abiertas dándome la bienvenida, pero no las quiero atravesar, pues he dejado de amarlas.

Me siento atrapado en mi propio hogar. Encancerlado y enjaulado mientras escucho voces en mi cabeza riendonse de mí; se burlan pues saben que lo he perdido todo, a la vez qué no he perdido nada. Mi hogar, mi refugio metafórico ha desaparecido  y se ha convertido en la peor de las prisiones.

Cuándo la primera regla se rompe, la imagen del hogar se desvanece; se nubla y se tuerce en la realidad. Se vuelve un hogar ensombrecido y sin identidad.

Viniendo de mí, una persona sumamente hogareña, éste sentimiento que me ha poseído me tomó por sorpresa, llegandome a quitar el sueño. ¿Qué me sucede? ¿A alguien más le ha pasado? ¿Es normal? Quisiera que alguien fuera tan amable de responderme estas preguntas.

Tal vez lo que siento, es el deseo de conocer ese mundo exterior que siempre he observado desde mi ventana. Sé que esta lleno de lugares hermosos, personas generosas, cultura, historia, y muchas otras maravillas que se encuentran lejos de mi alcance, lo cual me frusta, pues quisiera tenerlas a la mano.

No sé el  porque de mi situacion, y puede no parecer grave. ¿Pero si no eres feliz en tu propio hogar, donde lo puedes ser?

Necesito alejarme, irme lejos por una larga temporada. Conteplar nuevos paisajes y vivir bajo otros cielos. Tal vez asi añore lo que no he perdido, y pueda desaparecer esta oscuridad que se ha apoderado de mi mundo.

He dejado de amar mi hogar.


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